lunes, 3 de agosto de 2015

Salud, vida y belleza

1. Consejos de alimentación

Empieza el día con un jugo depurativo, o bien un jugo de limón, o uno de piña o papaya, o uno de remolacha con manzana
Media hora después, desayuna adecuadamente: una tostada integral o un tazón de avena, un yogur con frutas… Recuerda que el desayuno siempre es indispensable. A lo largo del día debes cumplir todas tus comidas, pero nunca en grandes cantidades.
Elimina los lácteos, las carnes magras, los dulces… aumenta tu consumo de vegetales, fibra y ácidos grasos omega 3. Las infusiones también pueden ayudarte, tales como el té de jengibre, el té verde, el té de diente de león, de aloe vera…

2. Ejercicio físico

Realizaremos dos sesiones de ejercicio, una en casa y otra al aire libre.

  • Puedes elegir entre andar una hora al día o correr a paso rápido durante quince minutos.
  • La segunda sesión de ejercicio, la haremos en casa y tendrá una duración de media hora. Se trata de una sencilla tabla que te ilustraremos a continuación.

3. Mantente hidratada

Lo ideal es que bebas al menos 2 litros de agua al día (se incluyen jugos naturales). No olvides incluir alguna botellita en tu bolso cuando salgas de casa. El ir bebiendo sorbos de vez en cuando te ayudará a mantenerte hidratada.

4. Evita estar mucho tiempo sentada

La pasividad y el sedentarismo es una de las principales causas de que la grasa se acumule en nuestra cintura y cadera. Controla el tiempo que, por ejemplo, pasas sentada viendo la televisión o trabajando con el ordenador. Intenta moverte un poco a cada hora.

5. Sé constante

Debes ser constante en tu determinación por bajar de peso. El cambio de dieta y la obligación por practicar unos ejercicios al día, en ocasiones es difícil de cumplir. Un buen método para conseguirlo, es unir a tu propósito a una o varias amigas. De ese modo será más cómodo salir a andar, o consultaros qué comidas podéis hacer para ir bajando de peso. La motivación será mayor.

EVITA LA OBESIDAD



La obesidad es una epidemia que afecta a personas de los cinco continentes y que, además del exceso de peso, se acompaña de múltiples problemas de salud física y mental. Aquí tienes algunos trucos fáciles que te ayudarán a evitarla.

Aléjate del estrés

El estrés que supone, entre otras cosas, la inseguridad económica hace que las personas que viven en países regidos por el denominado "libre mercado" sean más propensas a volverse obesas, según se desprende de un estudio británico publicado en la revista Economics and Human Biology

Antibióticos con moderación


En la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York han demostrado que la xposición a antibióticos durante la infancia altera la composición y el funcionamiento de las bacterias del tracto digestivo, fundamentalmente del estómago, con un impacto sobre el metabolismo que puede predisponer a la obesidad.

Evita los refrescos


Las personas que consumen refrescos regularmente tienen mayor susceptibilidad genética a padecer obesidad y a tener un Índice de Masa Corporal (IMC) elevado, según indica un estudio que se publica en la revista New England Journal of Medicine.

No abuses de la luz artificial 


en el mundo moderno el reloj biológico humano a duras penas puede permanecer en sintonía con el ciclo rotacional de la Tierra por la exposición a la luz artificial y los irregulares horarios de comidas, trabajo y sueño propios del mundo desarrollado. A este desequilibrio entre los ritmos circadianos naturales del organismo y el entorno los científicos lo han bautizado como «desincronía circadiana» y según Cathy Wyse, de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), es uno de los motivos del incremento de la población obesa.

Baja la calefacción


De acuerdo con un estudio publicado en la revista Obesity Reviews, abusar de la calefacción en el invierno podría estar contribuyendo al aumento de la obesidad en Reino Unido, Estados Unidos y otros países desarrollados.Según los autores, del University College de Londres, reducir la exposición al frío reduce la necesidad de consumir energía para permanecer calientes y reduce la capacidad del cuerpo para producir calor. 

Nueces, ciruelas y nectarinas


Investigadores de la Universidad de Barcelona y la Universidad Rovira i Virgili han demostrado que comer nueces aumenta los niveles de serotonina, una sustancia que reduce la sensación de hambre, mejora el estado de ánimo y reduce la obesidad abdominal. Por otro lado, según un estudio realizado por Luis Cisneros-Zevallos, investigador de la Universidad de Texas (EE UU), los compuestos fenólicos -antocianinas, ácidos clorogénicos y catequinas...- de los melocotones y las ciruelas tienen efectos anti-obesidad, anti-inflamación y anti-diabetes en diferentes células del cuerpo.<a href="http://cbc4bcmmq3s5in01p85fpcvei6.hop.clickbank.net/" target="_top">Click Here!</a>


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